Se trata de cuatro rollos monocromos pintados con pincel en los que se representa a animales antropomórficos vestidos con ropas y realizando actividades humanas y a sacerdotes entregados al juego y a las peleas de gallos, los cuales contienen una gran variedad de temas que van desde los demoníacos hasta los escatológicos y nos proyectan a través de una sátira caricaturesca las virtudes y desvirtudes de la sociedad de ese tiempo.
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